lunes, 7 de marzo de 2011

No te puedo curar las heridas, ni regresar el pasado, sólo puedo darte algo muy muy pequeño…la vida…

El remedio uno lo busca. Uno siempre en la vida tiene que encontrar el remedio para sus males.

Tomé un frasco que se veía de buen tamaño, parecía nuevo y me llamó la atención. Lo llevé al mostrador y nuevamente compré un artículo en “La Tienda del Olvido”. La etiqueta decía: “Felicidad Artificial”, era azul el frasco, y casi no pesaba. “este remedio le dará la felicidad que le hace falta desde aquel momento”. Yo feliz con mi frasco abandoné aquel lugar. Volví a dejar atrás a la tienda del olvido. Me había comprado “Felicidad Artificial”.

Con los ojos húmedos, el corazón apachurrado, y las esperanzas en el suelo, abrí de forma veloz aquel frasco. Ya quería estar bien! , Ansiaba ser feliz! y poder disfrutar de nuevo de la vida! y… ….



…No había nada en el frasco más que una nota pequeña…



Soltó el frasco, sonriente caminó con mucha energía, y empezó a alejarse de aquella tienda… esperando no volverla a ver nunca mas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario